No hay dudas que las elecciones presidenciales del 2008 ha despertado gran interés en toda la Nación Americana y también fuera de los Estados Unidos,pero Miami, es un mundo aparte, muchos dicen que es la antesala de los Estados Unidos de América. Aquí el tema electoral va más allá de los debates. Aquí hay pasión, fanatismo. La radio hispana hace campaña gratuita o pagada por los Republicanos y tratan de demostrar que Obama es un comunista, un talibán un farsante, un mentiroso, hay radio escuchas, quienes opinan en micrófono abierto que a Obama lo ampara y le paga Bin Laden y RADIO MAMBI lo permite y para colmo ayer discutían en una emisora de radio llamada LA PODEROSA, si el candidato Demócrata había nacido en Jakarta y se hacia pasar por ciudadano norteamericano. Es que los cubanos- americanos, residentes en esta Ciudad, consideran que el Partido Republicano es quién le va a entregar la Isla de Cuba. Históricamente cada gobierno Republicano promete que logrará la libertad de Cuba. Los candidatos vienen a la Ciudad y se toman un cafecito cubano y comen unos pastelitos de guayaba. Y ya llevamos 50 años con la misma retórica.
Pero lo más apasionante en estas elecciones es la discusión a los cargos a Representantes en el Congreso. Allí vemos una lucha feroz entre Lincon Díaz Balart actual titular y el Sr. Raúl Martinez. Las ofensas personales llueven. Un poco más moderada es la lucha entre Mario Diaz Balart y Joe García, ambos invocan en sus campañas el tema cubano, Mario en pro de las restricciones, Joe en contra. Ileana, no tiene competencia, la candidata Annete Tadeo no la conoce nadie y la pobre tiene muy poco fondos para su campaña.
Pero lo más simpático de estas elecciones es como hasta hace seis meses todos estos republicanos metían la mano en la candela defendiendo a su presidente George W. Bush, comenzando por los Díaz Balart, y veíamos como el Senador McCain votaba un 95 % en el congreso por las propuestas del presidente Bush, y ahora que Bush está a punto de abandonar la Casa Blanca con el más bajo % de popularidad que ha tenido Presidente alguno, lo repudian, no se le acercan y hasta llegan a decir que está gobernando para el Partido Demócrata.
Nada Miami, es Miami, una especie de Cuba chiquita, es el clon de cualquiera de nuestros países latinoamericanos, donde cualquier cosa puede suceder y hasta los problemas más serios de la Nación se pueden convertir en un sainete digno del mejor teatro bufo de La Habana.
Baconao 85
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